El mayo de 2023, Jessie Malone, de 36 años, se encontraba en una situación de riesgo. Afortunadamente, su reloj inteligente, un Apple Watch, actuó como un guardián silencioso pero atento. Mientras se recuperaba de cuidar al perro de un amigo, Jessie fue despertada por náuseas, un malestar que inicialmente descartó como algo trivial. Sin embargo, su reloj, con su alarma estridente y vibraciones persistentes, insistió en que buscara atención médica de inmediato. Este pequeño dispositivo, más que un simple accesorio tecnológico, se convirtió en su salvavidas.
La historia de Jessie Malone destaca el papel cada vez más crucial que desempeñan los dispositivos digitales, como los relojes inteligentes, en la monitorización de la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y los relojes y dispositivos digitales pueden desempeñar un papel vital en la detección temprana de problemas cardíacos.
La autoridad también reitera que, las enfermedades cardiovasculares son responsables de aproximadamente el 31% de todas las muertes a nivel mundial cada año.
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En el caso de Malone, su Apple Watch la alertó sobre una fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco potencialmente mortal. A pesar de su edad relativamente joven, Malone fue diagnosticada gracias a las alertas de su dispositivo, lo que subraya la importancia de la detección precoz, incluso en poblaciones más jóvenes.
“Si mi reloj no me hubiera dicho nada, me habría ido a casa a dormir una siesta”, relató Malone.
Según la Asociación Estadounidense del Corazón, una frecuencia cardiaca normal en reposo es de 60 a 100 latidos por minuto. “No sentí nada más que náuseas”, explicó. “Eso me dio un poco de ansiedad. Me dije: ‘qué extraño’”.
La fibrilación auricular, como explicó el Dr. Asad Mohammad, es un trastorno común pero peligroso que puede provocar coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, muchos jóvenes, como Malone, pueden subestimar los síntomas o no reconocerlos en absoluto. Esto resalta la necesidad de una mayor conciencia sobre la salud cardiovascular en todas las edades, respaldada por tecnologías que permitan una vigilancia constante.
Un estudio publicado en la revista Circulation Arrhythmia and Electrophysiology encontró que más de una cuarta parte de las visitas por fibrilación auricular entre 2010 y 2019 en el UPMC Heart and Vascular Institute fueron de personas menores de 65 años: 17,335 de un total de 67,221.
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El caso de Malone también destaca la importancia de abordar los factores de riesgo modificables, como la falta de sueño, el consumo de cafeína y otros hábitos poco saludables. A través de cambios en el estilo de vida, como una dieta mejorada, ejercicio regular y priorización del sueño, Malone logró no solo recuperarse, sino transformar completamente su salud y su vida.
La historia de Jessie Malone nos recuerda que la salud es un tesoro preciado que debemos proteger y cultivar. Los avances tecnológicos, combinados con un enfoque proactivo hacia el bienestar personal, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Como Malone misma señala, priorizar la salud propia debe ser una máxima indiscutible en la vida de cada individuo.
Sabías qué…
La American Heart Association estima que el 1% de las personas menores de 40 años pueden verse afectadas por fibrilación auricular, pero algunos estudios sugieren que esta cifra podría ser más alta. Los factores de riesgo modificables para la fibrilación auricular incluyen la apnea del sueño, la hipertensión arterial no controlada, la privación del sueño, el consumo excesivo de cafeína y alcohol, entre otros.