Cada año, sobre 250 pacientes que sufren de ritmos cardíacos irregulares acceden a un monitor insertable que permite a sus especialistas identificar sus condiciones con mayor precisión, ofrecerles tratamientos adecuados y prevenir complicaciones.
Se trata de un pequeño dispositivo de larga duración que monitorea 24/7 el corazón de pacientes que padecen mareos, palpitaciones, síncopes o dolores de pecho frecuentes, porque está colocado debajo de su piel y registra su comportamiento sin tener que acudir al especialista o alterar sus actividades rutinarias, explicó el electrofisiólogo Luarde Montano. El dispositivo envía a su médico información automática o personalizada, según su condición cardíaca.
“Las arritmias o taquicardias pueden representar como un corto circuito que está ocurriendo en el corazón. También hay pacientes cuyo pulso puede presentar pausas. Con el monitor, hay unas alertas que se emiten y, si hay algo que tiene que requiere atención, le notificamos al paciente de inmediato”, dijo el especialista.
Más de 1.5 millones de personas en el mundo se han implantado el monitor, conocido también como LINQ II. El dispositivo es especialmente recomendado para pacientes que sufren episodios de desmayos sin explicación y pudieran estar indicando alguna anomalía cardíaca. Pacientes que padecen de fibrilación auricular o que ya han tenido algún accidente cerebrovascular están en riesgo de sufrir otro episodio. Todas estas afecciones pueden detectarse con el dispositivo, indicó el Dr. Montano.
Los monitores cardíacos han estado presentes en el mercado por más de 20 años. Sin embargo, su tecnología ha ido evolucionando y hoy día existe esta nueva generación — disponible en Puerto Rico desde el 2021 y desarrollada por Medtronic — que es más precisa y de larga duración, lo que le ofrece mayor tranquilidad a los más de 250 pacientes que se benefician de este dispositivo cada año.
“La precisión en el diagnóstico cuenta muchísimo para estos pacientes”, señaló el electrofisiólogo. Este monitor ofrece una precisión de un 99% en el registro de la información (1). Según estimados publicados, los monitores tradicionales – que son de uso externo y requieren de colocar parches y cables – podrían fallar en hacer diagnósticos correctos en hasta un 74% de los casos de síncopes, 88% de los casos de fibrilación atrial y en 84% de pacientes con riesgo de accidentes cerebrovasculares (2,3,4,5).
El dispositivo se coloca justo debajo de la piel durante un procedimiento mínimamente invasivo y ambulatorio que no requiere de anestesia general y su batería dura hasta 4.5 años.
El monitoreo cardíaco a largo plazo debe ser indicado por su médico, ya que no todas las personas pueden realizarse este tratamiento. “En el caso de aquellos pacientes que pueden beneficiarse de este monitor, recuperan mucha tranquilidad, pueden manejar mejor su tiempo y disfrutar de sus actividades diarias”, sostuvo Manuela Uribe, gerente para Medtronic Caribe.