En un avance tecnológico que podría transformar la vida de personas con discapacidades del habla, un grupo de científicos ha desarrollado un dispositivo experimental capaz de traducir en tiempo real los pensamientos en palabras habladas. El innovador sistema, aún en fase de prueba, promete ofrecer una nueva voz a quienes han perdido la capacidad de hablar.
El hito se alcanzó gracias a un ensayo clínico liderado por un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, quienes implantaron el dispositivo en el cerebro de una mujer de 47 años con cuadriplejía. La paciente, que no había podido hablar durante 18 años debido a un accidente cerebrovascular, se convirtió en la primera persona en probar esta tecnología de manera directa.
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“La interfaz convierte su intención de hablar en oraciones fluidas”, explicó Gopala Anumanchipalli, uno de los autores del estudio publicado este lunes en la revista Nature Neuroscience. A diferencia de otros dispositivos similares, este sistema permite una transmisión casi inmediata del pensamiento al habla, reduciendo significativamente los retrasos que suelen interrumpir el ritmo natural de una conversación.
El implante se ubica en la región del cerebro que controla el habla, donde capta señales neuronales asociadas a sonidos. Estas señales son procesadas en tiempo real mediante inteligencia artificial, que las traduce en unidades de sonidos; fragmentos de apenas 80 milisegundos, equivalentes a la mitad de una sílaba; y las convierte en oraciones continuas. La tecnología también se alimenta de un sintetizador de voz construido previamente a partir de grabaciones de la voz original de la paciente, lo que permite que las palabras recuperadas suenen como las suyas.
“Es un enfoque de transmisión. No espera a que termine una oración, lo procesa sobre la marcha”, detalló Anumanchipalli, quien comparó su funcionamiento con los sistemas que transcriben llamadas telefónicas en tiempo real.
El experimento, realizado en California en 2023, fue ampliamente celebrado por la comunidad científica. “Es un avance bastante grande en nuestro campo”, opinó Jonathan Brumberg, del Laboratorio de Habla y Neurociencia Aplicada de la Universidad de Kansas, quien no participó directamente en la investigación.
Los científicos resaltan que, si bien los resultados son prometedores, la tecnología aún no está lista para un uso generalizado. Se requerirá más investigación y pruebas clínicas antes de su posible aprobación. No obstante, Anumanchipalli sostiene que con una inversión sostenida, estos dispositivos podrían estar disponibles para pacientes dentro de una década.
El proyecto recibió financiamiento parcial de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, y no se ha visto afectado por los recientes recortes presupuestarios en esa agencia.