Al depender tanto del teléfono, ya este forma parte de nosotros. Regresamos al hogar si se queda, se utilizan como alarma, y no existe la preocupación de recordar de memoria el número de teléfono de los seres queridos.
Sin embargo, precisamente debido a la gran dependencia del aparato electrónico, se ha descuidado la información que se retiene en el cerebro. Bajo el término de amnesia digital, se están trabajando distintas investigaciones sobre cómo depender del teléfono limita la memoria.
Según un artículo de The Guardian, los neurocientíficos se encuentran divididos sobre el tema. Algunos consideran que el teléfono permite recordar detalles o cosas que no son tan importantes, mientras que otros piensan que el no utilizar nuestra memoria la empeora y, al mismo tiempo, nos ata aún más al celular.
El profesor Oliver Hardt de la Universidad McGill en Montreal expresó su preocupación a largo plazo junto con la idea de estudiar una posible alza en demencia en el futuro a causa de no utilizar lo suficiente la memoria.
Hardt explicó para The Guardian que cuanto menos se use la mente, menos se usan “los sistemas responsables de cosas complicadas como los recuerdos episódicos o la flexibilidad cognitiva”, lo que causa mayor probabilidad de desarrollar demencia.
La Memoria y las fotografías
Los recuerdos nunca son 100 por ciento exactos, ya que al recordar algo siempre se cambian detalles. Es por eso que el tener una cámara que acompaña el teléfono permite congelar el tiempo para revivir momentos específicos.
Nuevas investigaciones han presentado que la cámara puede mejorar la memoria, según un artículo de Vox. Al mismo tiempo, los investigadores comparten que el hecho de tomar fotos de forma constante limita la habilidad de recordar lo vivido.
Del mismo modo, hay estudios que evidencian que tomar fotos en momentos específicos puede ayudar a enfocar la atención y recordar detalles.
Para lograr que las memorias se queden a largo plazo, es necesario estar presente y percibir las sensaciones que provoca el espacio. Al no prestar atención, las conexiones neurológicas no se hacen y el recuerdo se almacena a corto plazo.
Por tal razón, los expertos invitan a estar más presentes en los instantes de la vida.
La neurocientífica e investigadora de memoria Wendy Suzuki compartió en el podcast de neurociencia de Huberman Lab que “si no podemos recordar lo que hemos hecho, la información que hemos aprendido y los eventos de nuestras vidas, eso nos cambia…[la parte del cerebro que recuerda] realmente define nuestras historias personales. Define quiénes somos”.
Las distracciones del teléfono
El celular de por si sirve de distracción, pero las notificaciones logran desviarnos aún más. La neurocientífica de Cambridge Barbara Sahakian compartió para The Guardian cómo las distracciones también afectan la memoria.
Sahakian describió las notificaciones como interrupciones que, al llegar, interrumpen la información que recibe el cerebro.
Por su parte, la escritora científica Catherine Price expuso la posibilidad de que la creatividad intelectual se vea disminuida. El tiempo que antes se utilizaba para crear, ahora se utiliza para estar en el teléfono consumiendo información. Estimular la creatividad ayuda a la memoria y permite alejarse del aparato.
En la actualidad es un poco difícil sobrevivir sin un celular ya que lo nuevo incluye pagar desde el aparato electrónico o utilizarlo como llave de acceso para entrar a lugares. La escritora y fundadora de Screen/Life Balance ha participado de varias pruebas controladas con teléfonos celulares que le permite tener evidencia científica. De igual forma, invita a las personas a crear un balance con el tiempo que se le dedica al teléfono y notar si hay diferencias en su diario vivir.
“También podemos saberlo intuitivamente: si practicas mantener más alejado tu teléfono y notas que te sientes más tranquilo y recuerdas más, entonces has respondido tu propia pregunta”, finalizó Price.